Víctimas | La Guerra del Tigre

La guerra sigue cobrándose víctimas y esto hace necesario actuar de inmediato con contundencia y determinación

Planet Doc

La patrulla de Vladimir Shetinin ha encontrado, por fin, el campamento del furtivo. Una rápida inspección les indica el camino que ha tomado para sus cacerías. El cerco se estrecha y la persecución llega a su recta final.
La nieve helada facilita el seguimiento y los perros adiestrados no tardan en levantar el rastro.
En el suelo, bajo la nieve, hay una mochila y un arma. Los hombres de Vladimir saben lo que significa. La persecución toma un cariz más dramático. Los dos cartuchos de postas de la escopeta han sido disparados. En estas tierras nadie abandona sus provisiones y su arma. Ahora la patrulla busca un cadáver.
Unos metros más allá un montículo irregular atrae a los hombres.

La Guerra del Tigre muestra su lado más dramático. El furtivo yace bajo una capa de las últimas nieves.
Los hombres de Vladimir van descifrando los últimos momentos del furtivo. El hombre disparó al tigre pero no consiguió matarlo. Herido, el tigre cargó contra él y en un acto desesperado el cazador intentó defenderse con su cuchillo. 
El primer zarpazo debió romperle el cuello evitándole sufrimientos. Luego el tigre huyó presa del miedo y del dolor de su herida. Y aquel disparo desafortunado se cobró tres víctimas: el hombre del poblado, el tigre y el propio furtivo.
Esta es la tragedia en primera línea de una guerra cobarde donde los culpables se esconden en la seguridad de sus países; lejos del territorio de los tigres.

Nuevas perspectivas se abren en la guerra por salvar a los tigres de la extinción. Una nueva conciencia se va creando en todo el mundo y nuevas fuentes de financiación abren la puerta a la esperanza. Pero mientras tanto, con una población que crece sin parar y un mercado de huesos de tigre cada día mayor, la guerra sigue cobrándose víctimas y esto hace necesario actuar de inmediato con una contundencia y determinación que no admiten demoras.

Se están ganando batallas pero la situación mundial de los tigres sigue, de momento, empeorando paulatinamente. El tigre continúa perdiendo esta guerra.
Mientras se generan conciencias y alternativas para el futuro, la primera línea de acción necesita el apoyo económico que le permita continuar frenando la masacre. El mercado potencial de la medicina tradicional china es de casi mil millones de consumidores. Los que sacan beneficio siempre se encuentran a salvo. Pero en la línea de fuego todos pierden. Pierden los tigres, pierden las gentes locales y pierden los cazadores furtivos que se juegan la vida por conseguir un mínimo que permita a sus familias vivir con dignidad.

A pesar de los esfuerzos todas las subespecies de tigre caminan hacia su inexorable extinción.
Y la guerra continúa.
Tal vez en el mundo que estamos construyendo no quepa el poder, la grandeza y la libertad de este señor de la selva. Pero para muchos el mundo, y la propia humanidad, sufrirían una pérdida irremplazable si perdiéramos para siempre a estos magníficos felinos.

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