Poblado Dan. Costa de Marfil

Los grupos étnicos de Costa de Marfil forman parte del  Gor, la ley fundamental que engrana la existencia humana con la esencia divina del cosmos.

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En esta región de Costa de Marfil, todavía existen selvas milenarias como la de Taí y bosques frondosos donde viven diversos grupos étnicos del grupo mande. El más característico es el Dan, emparentado con el gueré.
Sus poblados se encuentran muy alejados unos de otros, por eso no componen una gran comunidad, sino núcleos aislados, que solo se unen en ocasiones excepcionales para defenderse de alguna amenaza común.

Sus casas de planta circular están cubiertas por un gran tejado cónico y puntiagudo confeccionado con hojas de palma y paja, que es muy eficaz para defenderse de las abundantes lluvias de esta región.
Las mujeres dan son las encargadas de los quehaceres domésticos, pero también juegan un papel social muy relevante. Se agrupan en sociedades secretas que influyen decisivamente en la comunidad y tienen sus propias máscaras, aunque no se les permite esconder su rostro con una careta, solo pueden transformarlo mediante la pintura. 

Cada poblados está regido por el consejo de ancianos, que dicta en todo momento las normas de convivencia, guarda celosamente los secretos del grupo y vela por que se cumplan las leyes tradicionales del Gor. En esta región de Costa de Marfil, desde que los jóvenes son iniciados entran a formar parte del lo que se llama el Gor, la ley fundamental que engrana la existencia humana con la esencia divina del cosmos.

Muchas chozas son decoradas con motivos domésticos y con símbolos clánicos y esotéricos relacionados con el Gor. Es una clara influencia del gran grupo kru del sur, transportada hasta aquí por los gueré, íntimamente emparentados con los dan.

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