Los cefalópodos son grandes cazadores nocturnos gracias a su extraordinaria visión y habilidad para atrapar a su presa.
El pulpo utiliza una gran variedad de técnicas de ataque para cazar a sus presas. Este animal octópodo es carnívoro, por lo que se alimenta básicamente de peces y algunos crustáceos. El pulpo es un gran cazador nocturno, que hace uso de todos sus sentidos, combinados con una gran habilidad y astucia, para obtener su alimento. Es capaz de camuflarse con su entorno haciéndose casi invisible para sus atacantes.
Los cefalópodos poseen potentes ventosas en sus tentáculos, y utilizan su manto para cubrir a modo de red a posibles víctimas,
mientras con sus patas, escudriñan cada hueco en busca de algo para comer. La visión de los pulpos es extraordinaria, incluso en la oscuridad más absoluta pueden ver a una buena distancia,
por lo que también planean estratagemas y ataques relámpago.
Este pulpo ha encontrado una presa, ahora tiene que actuar con cautela y decisión, sólo así logrará sorprender al cangrejo, antes de que éste se encierre en si mismo. Ahora es cuando comienza la auténtica batalla, de paciencia, destreza y fuerza.
El cangrejo ermitaño, ha logrado encajarse totalmente en su concha, pero este pequeño pulpo intentará por todos los medios encontrar un punto débil, o algún hueco por donde sujetar bien a su presa y obligarla a salir.
Pese a la extraordinaria habilidad y persistencia del octópodo, todavía le falta fuerza y pericia para el tamaño de la presa cuando crezca, podrá extraer de sus corazas a estos crustáceos, con mucha mayor facilidad...