En este documental viajamos a Indonesia, la Isla de Sulawesi allí conocemos a los Toraja y a los Bajau, dos grupos étnicos que poseen una cultura y unas tradiciones muy particulares. Allí, asistimos a un funeral toraja, un evento que ellos mismos han convertido en un asombroso ritual de varios días de duración. Nos sumergimos en el maravilloso mundo que se esconde tras la barrera de coral que atraviesa gran parte del archipiélago de Indonesia. Y por último nos embarcamos en las casas flotantes de los bajau (gitanos del mar) quienes viven vinculados al mar con tanta fuerza que no conciben la vida sin el.
Los habitantes de Sulawesi siempre han mantenido una estrecha relación con el mar.
Estos hombres pertenecen a la etnia Bugui, considerados los mejores constructores de barcos y navegantes del océano Indico. Pero si hay una etnia vinculada al mar con tanta fuerza que no conciben la vida sin ella, son los Bajau.
En el otro extremo de la isla, en las tranquilas aguas del golfo de Tomini, estos nómadas llevan siglos dominando el mar. Su vida transcurre en estas pequeñas y frágiles embarcaciones llamadas leppas, donde nacen, se casan, reproducen y mueren. Con ellas van desplazándose por la costa empujados por los vientos y las corrientes, y rara vez pisan tierra.
Sus orígenes siguen siendo desconocidos aunque hay antropólogos que los sitúan al sur de la península de Malasia. Se les conoce tambien como Gitanos del Mar.
Rara vez se separan de la costa. Normalmente pasan su vida pescando cerca de los manglares y de los arrecifes de coral. Aquí encuentran casi todo lo que necesitan.
Los Bajau conocen infinidad de métodos para pescar, pero quizás el más curioso de todos sea este, la pesca con cometa. La técnica que utilizan es sencilla y muy efectiva. Esta consiste en colgar un anzuelo de la cometa que está fabricada con la hoja de un helecho y con la ayuda de una pértiga, el pescador puede desplazar el anzuelo tan lejos como quiera.
El balanceo de la cometa mantiene el cebo en movimiento atrayendo sobre todo a los peces voladores.
A las primeras familias el gobierno intento ubicarlas en la costa pero ellos no se adaptaban a la tierra firme y regresaron de nuevo a sus embarcaciones. Entonces los Bajau propusieron construir el poblado encima del mar y así nació Torosiaji.
Aunque la mayor población de Bajau se encuentra en Sulawesi, existen grupos en Birmania donde reciben el nombre de Moken, o la gente ahogada por el mar; en Tailandia se les conoce como Chao Nam, o gente del agua, y también se les puede encontrar en las costas de Filipinas y Vietnam.
La mezquita es, junto con la escuela, las dos únicas construcciones de Torosiaji que se encuentran en tierra firme, bueno no exactamente porque han sido levantadas sobre unos cimientos hechos de coral.
Al mediodía apenas hay profundidad, momento que aprovechan los Bajau para peinar el fondo en busca de alimento.
La base de su alimentación es el pescado y el arroz que consiguen en los mercados de la costa donde una vez en semana las mujeres se acercan para vender las capturas y conseguir bienes de primera necesidad como agua fresca.
Los Bajau también son unos magníficos buceadores que pueden permanecer más de cinco minutos debajo del agua y sumergirse hasta 15 metros de profundidad.