Los senufo han trabajado tradicionalmente el hierro que extraen mediante pozos subterráneos. Cerca de la ciudad de Korogo existe una zona minera que todavía utilizan los herreros.
Cuentan los mayores que antiguamente el hierro lo encontraban en la superficie, pero por una maldición, los espíritus lo escondieron bajo tierra. Ahora, los mineros tienen que descender por estas angostas cavidades, jugándose literalmente la vida, sobre todo en la época de lluvias. Muchos mueren sepultados cuando las paredes se reblandecen y se derrumban sobre ellos.
La tierra que extraen en los pozos es lavada en el río, para separarla de las piedras férreas más pesadas.
Luego, en la herrería, el maestro fogonero amasa la pasta resultante del lavado en pequeñas bolitas, que serán introducidas en el horno para que el hierro se funda y quede libre del resto de los elementos.
Taponan con tierra la tobera inferior del horno, para aumentar la temperatura. Dos cilindros de adobe aseguraran la suficiente entrada de aire para que el fuego interior no se apague.
A través de la chimenea introducen las bolitas férricas y el carbón vegetal que producirá las calorías necesarias para fundir el hierro.
Los herreros ocupan un lugar elevado en la sociedad senufo. Su trabajo siempre ha sido de suma importancia para la comunidad. Los que tenían buenos herreros contaban con mejores armas en la batalla, lo que les hacia superiores a sus rivales. Actualmente, gracias a los útiles de labranza que forjan, la gente puede trabajar el campo.
El maestro forjador controla el ritmo de la fragua, cuando debe de parar y que compás rítmico debe interpretar el fuelle, para que el calor sea el que necesita cada pieza en cada momento.
Son hombres sagrados que trabajan bajo la protección del poderoso fetiche del fuego.
En el norte, fuera ya de las tierras senufo, enseguida se nota la influencia del Islam. La más bella de las mezquitas de Costa de Marfil es la de Kong. Fue edificada por el jefe malinque Samory Turé. Su arquitectura mezcla elementos del norte de Africa con otros de tipo local. Se trata de edificios construidos en barro y sustentados en vigas de madera.