Kanha. La Tierra del tigre | Parte 2

El aumento de los herbazales ha favorecido a más especies. Chitales y jabalíes se esconden y alimentan en las nalas como lo hacen los barsinghas.
Los chitales son los grandes mamíferos más abundantes de Kanha. Son muy prolíficos y las hembras adultas dan a luz a una cría cada seis meses. Su crecimiento demográfico podría suponer un problema para el parque, pero se ve frenado por los carnívoros. Alrededor del 40% de la alimentación de los tigres son chitales y son igualmente una parte importante de la dieta de los leopardos, los perros salvajes y los chacales.
Los chitales forman manadas de unos 15 individuos. Allí donde se les ve alimentándose suele ser frecuente encontrarles acompañados de un grupo de langures, con los que han llegado a una asociación que les beneficia en un doble sentido.

Los langures forman grupos de entre 10 y 20 animales de ambos sexos y todas las edades. Se alimentan de una gran variedad de frutos, bayas, brotes y hojas pero son muy selectivos a la hora de comer. Toman una fruta, comen uno o dos mordiscos y la tiran para coger otra. Otro tanto hacen con las hojas de las que sólo se comen el tallo. Y esto es precisamente lo que aprovechan los chitales.

Langures y chitales conviven en perfecta armonía. Los monos suponen una ventaja adicional para las manadas de chitales. Desde las copas de los árboles los langures tienen un campo de visión extraordinario y avisan con sus gritos de alarma a los herbívoros de la presencia de los predadores en caso de que alguno se acerque al grupo. 

Los dholes o perros salvajes son, después de los tigres, los depredadores más poderosos del parque. Cazan en grupos de 4 a 6 individuos relevándose en la persecución de las presas con una coordinación que los hace unos cazadores formidables. Los dholes, llamados por los locales sonha kutta, son grandes corredores que sólo cazan a primera y última hora del día. En sus persecuciones son capaces de agotar a cualquier animal e incluso los tigres, a veces, son cautelosos con ellos.

Cuando los restos de una presa son abandonados por los cazadores de inmediato los aprovechan diferentes especies de carroñeros y oportunistas. En Kanha hay cuatro especies de buitres y una población numerosa de chacales, y entre ellos se establece una reñida competencia.

Los chacales son más fuertes e inteligentes que los buitres. De hecho son tanto carroñeros como eficientes cazadores, aunque no tan bien organizados como sus primos los dholes. Cuando encuentran un cadáver o atrapan una presa son los primeros en comer aunque deben soportar los intentos de pillaje de los astutos buitres.