Los dinosaurios son un ejemplo fascinante de la fragilidad de la vida porque aún siendo los más formidables y poderosos seres que han poblado nuestro planeta, nada pudieron hacer contra las fuerzas del cosmos.
Desde el primer registro fósil animal, hace aproximadamente 800 millones de años, la Tierra ha sufrido al menos doce extinciones masivas de las cuales cinco han sido de proporciones gigantescas.
Millones de especies desaparecieron para siempre en estos periodos de muertes masivas pero siempre quedaron plantas y animales como punto de partida para una nueva diversificación.
Cuando nos hablan de extinciones en la prehistoria tendemos a remontarnos en el tiempo a una Tierra habitada por animales fabulosos: los dinosaurios.
Los dinosaurios dominaron la zoología de nuestro planeta durante ciento cuarenta millones de años, un periodo que, en comparación con la historia de nuestra especie, se nos hace casi eterno.
Los dinosaurios sólo dominaron el mundo durante un breve periodo de tiempo si lo comparamos con la edad de la Tierra. Aún así, resultan un ejemplo fascinante de la fragilidad de la vida. Porque aún siendo los más formidables y poderosos seres que han poblado nuestro planeta, nada pudieron hacer contra las fuerzas del cosmos. Una fuerza más allá de lo imaginable llegó del espacio.
Un meteorito de tamaño medio impactó con la Tierra. No fue el mayor ni el más devastador de los que han llegado hasta nuestro planeta, pero la potencia del impacto fue equivalente a 10.000 veces la detonación de todas las armas nucleares del mundo.
Los bosques ardieron uniendo el humo al polvo levantado por el impacto y a las emisiones de millares de conos volcánicos.
El cielo se cubrió impidiendo el paso del sol. El clima cambió radicalmente. Sin luz muchas plantas murieron y sin alimento los grandes colosos de nuestra historia desaparecieron para siempre de la Tierra.
Con todo, esta tragedia del Cretácico no fue, ni la primera, ni mucho menos la más devastadora extinción masiva.
Un cráter volcánico en el interior de las selvas costarricenses nos da una pista de cómo fueron los mayores asesinos de la prehistoria.
CC BY-NC-ND 2.0) Yo Mero - Lluvia-de-meteoritos