Las aguilas cazadoras son muy valiosas para los cetreros kazajos de Mongolia ya que viven del alimento que cazan estas rapaces.
Los kazajos de Mongolia crian a las aguilas desde que nacen y les enseñan a cazar.
Los Kazajos deben esperar al invierno para poder cazar ya que así darán tiempo a sus águilas para que puedan parir y criar a sus pequeños.
Suelen apostarse en las grandes cumbres después de cabalgar durante horas, desde aquí divisan mucho más terreno que desde las llanuras y será desde donde lancen sus águilas.
El águila otea el horizonte en busca de su presa.
Aparece la primera posible presa, un zorro.
Ahora es sólo cuestión de soltar las águilas y esperar que éstas hagan su trabajo.
El águila da caza a su presa.
El gran tamaño de éste depredador no deja ninguna posibilidad a éste zorro de poder escapar.
Y aunque el animal se revuelve e incluso lanza mordiscos, los certeros golpes de las grandes garras del águila harán que el zorro muera rápidamente.