Tráfico de Huesos | La Guerra del Tigre

El comercio ilegal de los huesos y otras partes del tigre para la medicina tradicional china está acabando con los últimos tigres del planeta

Planet Doc

Las acciones para proteger a los tigres han ido cambiando desde que se dieran las primeras voces de alarma, hace aproximadamente dos siglos. Desde entonces los defensores de los tigres han visto cómo los problemas que amenazaban al felino han ido diversificándose y los frentes de esta guerra se han multiplicado.
Promovida por la Sociedad India para la Protección de la Vida Salvaje, ésta manifestación pretende concienciar al público del terrible problema del comercio internacional de marfil y de huesos de tigre. Ya no son los cazadores deportivos ni el mercado de pieles las principales amenazas. La demanda de la medicina tradicional china está diezmando las poblaciones rusas e indias una vez que los tigres chinos han disminuido tanto que ya se da a la subespecie como irrecuperable. Países como China, Corea del Norte o Japón permiten en mayor o menor grado el tráfico de partes del tigre y nuevas amenazas aparecen cada vez que se gana una batalla de esta inacabable guerra; una guerra que empezó hace ya más de cien años.

Jai Singhji, el último maharajá de Alwar, construyó este palacio en 1.902 en los bosques de Sariska, su cazadero favorito. Hoy Sariska es un parque nacional que proteje a los últimos tigres de Rajastán y el palacio es un hotel que aloja a los visitantes. La guerra del tigre cambia con los años; los frentes se transforman y antiguos enemigos son ahora aliados.

Sariska es un ejemplo de estos cambios. Aquí los maharajás de Alwar celebraban grandes cacerías de tigres. De aquellos tiempos nos quedan los trofeos apolillados que adornan las salas del Palacio. Todo lo demás, incluyendo las grandes poblaciones de tigres, se lo llevó el tiempo. Entonces la India era un país de selvas inacabables donde los tigres campaban a sus anchas. La caza deportiva no ejerció en un principio una presión determinante hasta que las selvas se fueron perdiendo y los tigres se quedaron paulatinamente sin territorios.

Las palabras del doctor Karan Singh, creador del proyecto más exitoso para la conservación de los tigres de cuantos se han llevado a cabo en el mundo, resumen un siglo de crecientes amenazas para los tigres. La caza por las pieles ha cambiado a la caza en busca de las partes internas del tigre con supuestos fines medicinales. Lo que empezó siendo un reto deportivo es ahora un comercio imparable, un comercio internacional que está acabando con los últimos tigres del planeta.

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