Los seres vivos utilizan los colores como códigos para enviar mensajes, a veces para sobrevivir, otras, para expresar emociones y sentimientos.
Señales de Identidad es la primera parte del documental “Colores de la Naturaleza”, en el cual hablamos sobre el importante papel que juegan los colores presentes en los seres vivos a la hora de comunicarse con su entorno.
En la Isla de Cuba hay unos agujeros profundos, unas cuevas inundadas de agua hasta cuyo fondo rocoso ni siquiera llega la luz. En ese mundo oscuro desarrollan su vida unos peces ciegos porque sus ojos se han atrofiado. Han dejado de ser necesarios en este ambiente opaco.
Una parte de los supervivientes del Planeta Tierra se han adaptado a lugares como este, donde los colores no tienen sentido por la falta de luz. Casi siempre son seres blancos o transparentes.
Sin embargo las especies animales de mayor éxito están ligadas al sol como fuente de energía a través de las plantas verdes. Fuera de mundos marginales como este, la luz inunda a los seres, y donde hay luz nacen los colores y los diseños como forma de comunicarse con el entorno.
Los seres vivos del planeta están vestidos de acuerdo a cada ocasión. Todo un código de colores destinado a enviar mensajes a los demás, un sofisticado sistema de comunicación que todos tratan de utilizar a su favor.
Mensajes de amor estridentes que pueden ser interceptados por ojos peligrosos. Colores de clan, tonos llamativos para que te coman o para que no lo hagan. Algunos pretenden asustar y otros tratan de ser los más bellos.
El ser humano no es ajeno a la voz de los colores. Desde el principio de los tiempos los ha utilizado para expresar sus emociones y sentimientos. En todas las culturas existen colores para amar, para reír o para matar. Incluso en las sociedades más avanzadas se nos inculcan los colores como parte importante de nuestra identidad como individuo y como clan.
En las playas de fango y arena que el mar deja al retirarse en las costas de Java, en Indonesia, vive un animal cuya vida gira en torno al color: el cangrejo violinista. Todos ocupan la gran llanura con la bajamar, y entonces es el momento de que los machos dejen claro quién es quién, y su forma de hacerlo es mostrando los colores de su enorme pinza.
Se trata de atraer a las hembras, que no tienen la gran pinza. Pero no a cualquier hembra, si no a una de las de su especie. La cuestión es que en el fangar, cada especie de cangrejo violinista tiene su color de pinza diferente, como si fueran equipos de béisbol.
Este sistema funciona muy bien, y está bastante generalizado entre animales muy distintos y distantes, como los lagartos anolis, de Las Antillas. El problema es que hay predadores con muy buena vista tratando de interceptar las señales visuales de los anolis. El secreto está en emitir lo justo para que el mensaje llegue, pero ni un destello más, o puede ser fatal.
A menudo no son tan importantes los colores en sí mismos como los diseños que componen. Para animales que ven en blanco y negro como las jirafas o las cebras, lo importante es el dibujo y la distribución de las rayas y manchas de su cuerpo.
Al norte de Kenya, a veces se mezclan dos especies de cebras: las de Grevy con rayas finas y las de Burchell con franjas anchas. Para ellas las diferencias son tan grandes como si las otras fueran búfalos, simplemente se ignoran.
Para los habitantes de Nueva Guinea, la lucha y la guerra forman parte de su existencia, por ello pintarse con los colores adecuados puede ser cuestión de vida o muerte. En la isla se hablan unos 1.000 idiomas distintos y los miembros de cada Clan utilizan diferentes pigmentos de guerra en las frecuentes disputas entre los poblados de la gran isla. Los colores dominantes son similares en cada bando y actúan como los uniformes de los soldados en una batalla. Una confusión podría significar el recibir un lanzazo de tu propio compañero.
Para un niño de Papúa, los colores de las tribus enemigas simbolizan el terror y la muerte, mientras los de su propio clan encarnan la paz y el hogar. Aunque las luchas acaben del todo algún día, los colores de clan permanecerán en las historias escenificadas a través de los bailes.