Gir: Ultimo refugio del león asiático. Parte 1

Gir es una reserva natural situada al noroeste de la India donde se encuentra el santuario del los leones asiáticos, una especie en grave peligro de extinción.

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Dentro de la provincia de Gujarat, en el noroeste de la India, se extiende una región semiárida que recuerda por su vegetación y relieve a las sabanas del este africano.
En su interior, un parque nacional de 1.883 kilómetros cuadrados da cobijo y protección a una fauna cada vez más amenazada por el imparable aumento de la población humana. Es una reserva para muchas especies indias, pero su importancia se centra en una, la más poderosa de la región: el león asiático.

El ecosistema de Gir ha alcanzado una importante estabilidad desde la creación del parque. Su poder de regeneración, una vez frenada la devastadora acción del hombre, ha vuelto a ser muy alto, lo que permite la vida de 32 especies de mamíferos, 26 especies de reptiles y más de 300 especies de aves.

El bosque caducifolio seco y las hierbas altas de las suaves colinas de Gir son el último refugio del león asiático, una subespecie que antaño se distribuía ampliamente por Asia, desde el sur de Grecia hasta la India, y que hoy sólo puede encontrarse aquí, en Gir, en el parque nacional creado para salvarla de la extinción.

Algo más de 300 leones asiáticos quedan encerrados en su pequeño y desconocido santuario indio. El hombre los ha llevado al borde de la desaparición pero, paradójicamente, es gracias a la relación con los indígenas de esta zona por lo que los leones asiáticos han sobrevivido en el bosque de Gir.

Toda esta región tiene un clima monzónico muy caluroso en la estación seca. La temperatura oscila entre los 10ºC en invierno y los 43ºC en verano. Las lluvias del monzón varían mucho de un año a otro y no es raro que la sequía se apodere del paisaje.
Cuando las lluvias son cortas los siete cursos de agua permanentes de Gir se secan. Para evitar el desastre los responsables del parque han construido cuatro embalses en cuatro de los principales ríos que sirven de reserva para la sedienta fauna de los veranos de Gir y permiten la vida de algunos peces y de grandes cocodrilos palustres.

El agua no sólo mantiene las poblaciones de animales salvajes. A las orillas de ríos y lagos llegan diariamente los rebaños de los maldharis, un pueblo ganadero residente en Gir que formaba parte del ecosistema mucho antes de la creación del parque.

Los maldharis viven en pequeños asentamientos rodeados de vallas espinosas que denominan nesses. En el pasado, cuando la región era rica en pastos y el agua era abundante, los maldhari tenían grandes rebaños repartidos por un amplio territorio. La pérdida progresiva de los pastos provocada por el aumento demográfico y la presión de la ganadería convirtieron los 129 nesses que había en Gir en un apremiante peligro para los herbívoros salvajes y por tanto para todo el ecosistema. Con la creación del parque nacional se realojó a buena parte de las 845 familias maldharis fuera del área protegida y hoy en su interior quedan 361 familias alojadas en 54 nesses.

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