Los baribá salen a cazar hasta varias semanas y se camuflan moviéndose de forma sigilosa, ya que conocen bien el terreno y las costumbres de los animales.
Los baribá son una tribu cazadora también llamada betamaribe o pueblo somba. Son una de las tribus más primitivas de África.
Viven en Borgou al Norte de Benin, entre Nigeria y Togo, en el Parque Nacional de Pendjari.
Antaño solo tribus cazadoras, hoy además son ganaderas y agricultoras, pero la caza sigue siendo para ellos, algo más que una forma de conseguir alimento. Los baribá, cazan en pequeños grupos dirigidos por un jefe.
Las flechas de sus arcos están impregnadas de “el estrofanto”, un veneno mortal, que obtienen de una planta.
Una vez al año, en el mes de Mayo, se reúnen varias tribus para cazar. Los cazadores parten de sus diferentes poblados, haciendo sonar sus flautas y unos abalorios que emiten un sonido parecido a un sonajero. El punto de encuentro, es elegido por el Consejo de Ancianos.
La caza es muy importante para los pueblos somba; cazan para comer y para demostrar su inteligencia y su valor. A los cazadores se les atribuye un poder especial, sobre todo a los jefes, quienes tienen la facultad de neutralizar a los animales que van a cazar. Cuando todo esté preparado, ellos darán la orden de ponerse en marcha.
No se sabe cuánto tiempo estarán fuera, a veces la cacería puede durar semanas.
Los baribá utilizan reclamos; de todos los pueblos somba son los que tienen las técnicas más ingeniosas. Cazan antílopes, cebras, monos, elefantes, búfalos y todo tipo de aves.
Los cazadores se camuflan, moviéndose de forma sigilosa, conocen bien el terreno y las costumbres de los animales.
Si cazan una pieza grande, la trocean y la reparten entre todos. Los guardas forestales permiten cazar a los baribá, pero no a los furtivos, que utilizan rifles y venden marfil y colmillos en el mercado negro.