Lince Ibérico Documental | Parte 2

El Lince Ibérico es un felino salvaje que se encuentra en extremo peligro de extinción. 

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El Lince Ibérico es un felino salvaje que se encuentra en extremo peligro de extinción. 

Aún quedan espacios privilegiados donde la naturaleza sigue su curso, cambia, evoluciona por sí misma. Lugares como el Parque Nacional de Doñana, en el sur de España, donde cientos de seres vivos gobernados por las leyes de la vida salvaje y al ritmo macado por la sucesión de las estaciones, componen un lugar perfecto.
El río Guadalquivir, en su desembocadura en el océano Atlántico, en el suroeste de Andalucía, ha creado un conjunto de ecosistemas que forman parte del Patrimonio de la Humanidad, el  Parque nacional de Doñana. 
Desgraciadamente, entornos idóneos como el de Doñana están desapareciendo de nuestra geografía. 

Con la disminución de los bosques, las poblaciones de lince han ido quedando aisladas, lo que ha provocado la endogamia de las comunidades, con la consiguiente debilidad de la especie.
A eso hay que añadir que las sucesivas epidemias de mixomatosis y enfermedad hemorrágico vírica han diezmado la población de los conejos, que componen el 90 % de la dieta del lince
La suma de estas dos circunstancias ha convertido al lince ibérico en el felino más amenazado del planeta. En los últimos 25 años su población ha descendido espectacularmente; y el peligro de desaparición durante los años 90 del siglo XX, era un presagio que se acercaba inexorablemente.
Además, ante la escasez de comida, se acercó peligrosamente a zonas habitadas, donde entró en contacto con gatos salvajes que le contagiaron enfermedades para las que no tenía defensa. Tuvo frecuentes encuentros con perros, y por si fuera poco, encontró a su peor enemigo, el hombre.

El reducido número de ejemplares de lince ibérico y la escasa y distante distribución de los mismos, llevó a la comisión para la Conservación de la Naturaleza a aprobar en febrero de 2001 un programa de conservación de la especie ex situ, es decir, fuera de su lugar natural. El lugar elegido para desarrollar el proyecto fue centro el acebuche, situado en el Parque Nacional de Doñana, y la persona encargada de dirigirlo fue la doctora Astrid Vargas.
El objetivo primordial es llegar a tener una población de sesenta linces en cautividad; y a partir de ese momento, comenzar a reintroducirlos en lugares en los que alguna vez hubo linces en libertad 
Las técnicas empleadas en el centro del acebuche han permitido notables avances en el conocimiento de los animales; y además hay que tener en cuenta que jamás hasta ahora se había podido estudiar al lince ibérico durante veinticuatro horas al día.
Gracias a ello se ha acumulado una ingente cantidad de datos que han permitido grandes avances en el conocimiento de la fisiología, la territorialidad, el comportamiento y las conductas sexuales de estos felinos
El trabajo se divide en la observación de los animales, la recogida constante de datos y su posterior análisis.
Y al tratarse de un campo de experimentación completamente nuevo, el intercambio de información con expertos en otros felinos de tamaño medio como los linces boreales o los bobcats puede ayudar a resolver algunos contratiempos.

El parque Nacional es uno de los mejores rincones de Europa para la observación de la vida silvestre en su entorno natural; y su importancia obliga protegerlo mediante una legislación que garantice su conservación.  
El centro el Acebuche de cría ex – situ, la Consejería de medio ambiente de la comunidad autónoma de Andalucía y el ministerio de Medio ambiente están aunando esfuerzos para que el lince ibérico no desaparezca.
El Seprona, la comunidad científica internacional y numerosos grupos ecologistas velan permanentemente por el éxito del proyecto.

El futuro parece sonreír al lince ibérico. La encomiable labor del programa de cría en cautividad, la rehabilitación de zonas boscosas óptimas para que los felinos vivan en libertad y la concienciación de la sociedad, harán realidad el sueño.
Llegados a este punto, las esperanzas del lince están puestas en sus ancestrales enemigos: nosotros, los seres humanos.

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