Serengueti 2
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En la región occidental de Namibia se encuentra el Namib, el desierto más antiguo del mundo,
El desierto del Namib es un espacio árido en el que pueden pasar 14 años sin que caiga una sola gota de lluvia. Un lugar de prueba donde la naturaleza ha puesto de manifiesto hasta que punto es capaz de adaptarse la flora y la fauna para conquistar uno de los ecosistemas más extremos del planeta,
Las dunas constituyen la prueba más dura para la vida del desierto. Sus arenas son incapaces de retener el agua y la proporción de nutrientes que se encuentran disponibles para las plantas es mínima. Además son arrastradas por los vientos, en un continuo peregrinar por la soledad del desierto.
La vida aquí parece imposible. El movimiento constante de las dunas impide que la vegetación se fije sobre sus inestables laderas, pero, incluso en este entorno, las plantas han encontrado un lugar donde poder instalarse.
La escasa vegetación y la falta de agua convierten estas regiones en inaccesibles para la mayoría de la fauna y aquellos que se aventuran lejos de sus territorios suelen hallar la muerte.
A pesar de las apariencias no todo es muerte en esta región del Namib. La presencia de cadáveres indica que es una de las muchas playas de la costa occidental de Africa donde cada año llegan a criar los osos marinos australes.
A los 7 días de parir, las hembras entran en celo y se aparean. Una vez finalizada la cópula se adentran en las aguas, donde permanecen unos pocos días para alimentarse. Durante ese tiempo el pequeño vagará solo por la colonia.
Hace aproximadamente 40.000 años, una nueva especie hizo su aparición en el Namib: el hombre.
Los herbívoros de la sabana, que les habían precedido en la conquista del desierto, permitieron a los primeros moradores subsistir mediante la caza. Hoy, los descendientes de aquellas tribus, los bosquimanos, siguen fieles al mismo modo de vida que permitió a sus antepasados colonizar estas áridas tierras.
La dieta de los bosquimanos comprende 55 especies de animales y 100 de plantas. La misión de cazar corresponde a los hombres, pero recolectar es tarea de las mujeres.
En la región norte del desierto viven los himba. A esta tribu le gusta cuidar su aspecto. Las mujeres llevan sobre el cuerpo numerosos abalorios y maquillan su piel untándose con grasa mezclada con polvo rojizo.
Su cultura, al igual que ocurría con los bosquimanos, está cambiando bajo influencias externas. Las nuevas generaciones deberán decidir si seguir las nuevas corrientes o mantener su tradicional forma de vida, la misma que les permitió dominar las inhóspitas tierras del Namib.
Los himba son el último paso en la conquista de estas tierras. Una epopeya que comenzó hace millones de años y que ha logrado llevar la vida hasta el mismo corazón del desierto del Namib.