Habitantes del Amazonas (Tribus de la selva) - Parte 3

En este documental nos adentramos en la selva del amazonas donde descubriremos las tribus mas aisladas que habitan rodeados de fauna y naturaleza.

Planet Doc

La cuenca del Amazonas ocupa más de 7 millones de km2, lo que supone un 25% de la superficie total de América del Sur. Es una inmensa llanura sin apenas elevaciones, cubierta casi por completo por diferentes tipos de bosque tropical.

La selva es tan densa en algunas regiones que llega a cubrir por completo los ríos. En su interior menos del 5% de la luz solar logra atravesar la densa capa de vegetación y alcanzar el suelo.

Miles de aves de distintas especies cubren los árboles de las orillas. Tanto el agua como la comida son abundantes y las estaciones del año apenas se diferencian entre si. Las temperaturas medias rondan los 25º a lo largo de todo el año y no existe una verdadera temporada seca. En estas condiciones las aves no tienen necesidad de emigrar y muchas permanecen aquí de forma permanente.

 

Una gran diversidad de fauna vive entre la hojarasca. Insectos, gusanos y artrópodos colaboran activamente en la degradación de la materia vegetal. A su vez, ellos forman parte de la dieta alimenticia de los reptiles y pequeños mamíferos que habitan este estrato.

 

A ras de suelo no escasea la comida y el coatí se sirve de su fino olfato para encontrarla bajo el manto de hojas.

Este pequeño mamífero es a su vez presa de los grandes predadores del Amazonas: los felinos.

40 metros por debajo de este paraíso vive el hombre.

Las tribus del interior, todavía luchan por conservar sus tierras y su modo ancestral de vida.

Sus poblados se encuentran dispersos por la cuenca amazónica. Están formados por unas pocas cabañas en un pequeño claro abierto en la selva. En cada choza, alrededor del centro, se cuelgan los chinchorros, las hamacas de los indios. En ellas duermen y se refugian en las horas más calurosas del día.

Cada tribu utiliza sus propias tácticas para cazar o pescar. Los huaorani, un pueblo de la Amazonia ecuatorial, son especialistas en la caza con cerbatana.

 

Hoy ha sido un gran día de caza y los hombres vuelven orgullosos al poblado. Al igual que ocurre en otras tribus la carne se repartirá entre todos los miembros de la comunidad, hayan o no participado en la cacería.

Las mujeres serán las encargadas de preparar en el fuego de la choza este suculento banquete.

Los poblados suelen situarse cerca de cursos de agua, de modo que no tengan que realizar grandes desplazamientos para beber ni para pescar. En esta actividad también existen diversidad de técnicas y son los indios yanomami quienes desarrollan la más sofisticada.

Los primeros españoles que surcaron las aguas del gran río habían partido de Quito en busca de El Dorado. Hoy, más de 400 años después, los hombres siguen buscando en sus tierras oro y riquezas. No parecen darse cuenta de que la gran riqueza, el verdadero El Dorado del Amazonas radica en su diversidad biológica, su valor como reserva genética del planeta y su poder para fabricar el oxígeno que mantiene la vida. Un oxígeno que también necesita propia especie humana.

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