Al sur de Tbilisi habitó el Homo georgicus, el origen de la primera civilización europea según los vestigios óseos encontrados.
El fértil Valle de Alazani, dentro de la Región de Kakheti (Georgia), tiene reconocimiento mundial gracias a la excelencia de sus cepas y por ser el germen de vinos sobresalientes como el Khindzmarauli o el Gurdjani. Pero este territorio, de clima suave y agradable, no destaca sólo por su magnífica producción vinícola.
En las casas rurales, con el delicado esmero que distingue a las mujeres georgianas, se desarrolla a diario una básica artesanía culinaria como el “shoti”, hogazas alargadas de pan rústico horneado al estilo tradicional. Y también curiosos postres como la “churchkhela”, un dulce confeccionado a modo de salchicha, hecho con el zumo de la uva blanca espesado y relleno de nueces, que una vez terminado se coloca en ristras para que se seque.
Mucho de lo que se fabrica o cultiva en las aldeas se vende en los mercadillos, donde reluce la frescura y el colorido de los productos agrarios.
Sighnaghi es una de las localidades más pequeñas del país pero tiene la segunda muralla más larga del mundo después de China. Las reformas urbanísticas y su popularidad en toda la Región de Kakheti la han convertido en un respetable enclave turístico, y dada su fama cosechera, en este lugar llamado “la ciudad del amor”, también se celebra la vendimia; de nuevo la danza confirma que uno de los preceptos vitales del georgiano es pasarlo bien y disfrutar al límite de la vida.
Para hallar el resplandor humano hay que retroceder a la Prehistoria; al sur de Tbilisi habitó el Homo georgicus, el origen de la primera civilización europea según los vestigios óseos encontrados en este yacimiento arqueológico único y de importancia mundial.
La ciudad de Uplistsikhe se fundó 1.600 años antes de Cristo y aunque los mongoles destruyeron gran parte de las 700 cuevas originales hoy quedan unas 270, habitadas por tribus locales y monjes hasta finales del siglo XVIII.
El Monasterio de Jvari está en la colina donde Santa Nino erigió una cruz de madera que simbolizaba el triunfo del cristianismo en Georgia.
Además de la pila en la que parece bautizaron a Mirian III, el rey que en el año 337 estableció el cristianismo como religión oficial de Georgia, hay una réplica simbólica de la Capilla del Santo Sepulcro de Jerusalén para recalcar que Svetitskhoveli es el segundo lugar más sagrado del mundo. Esta Catedral, Patrimonio de la Humanidad, también contiene la tumba de Vakhtang I Gorgasali, la del último rey georgiano Giorgi XII y la de su padre Erekle II decorada con un honorable escudo y un sable; una curiosa esfera zodiacal que rodea la figura del Redentor; frescos del siglo XIII; y el monumento funerario de Santa Sidonia.