GEORGIA | Metrópoli del Caucaso

Tbilisi es sinónimo de elegancia y hospitalidad colectiva en una población que supera el millón trescientos mil habitantes.

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La escritora hindú Kalpana Sahni dijo un día: “Algunos países atraen instantáneamente. Georgia cautiva en el momento que pones los pies en su suelo”, y lo cierto es que eso es lo que se siente incluso antes de pisar Tbilisi, una ciudad que a pesar de ser saqueada y destruida unas 30 veces en los últimos 1.500 años conserva su dignidad inmortal. 

Surcada por el río Mtkvari y erguida desde el siglo V no es sólo la capital de Georgia sino que siempre ha sido considerada la gran metrópoli del Cáucaso, donde hoy lucen edificios como la Ópera, de refinado estilo morisco, y el Teatro Rustaveli, donde a menudo actúa y ensaya el Georgian National Ballet Sukhishvili, el único grupo de folclore del mundo que ha actuado en La Scala de Milán. El último baile se repitió 3 veces como resultado de la ovación y el telón se alzó en 14 ocasiones. Nadie podía prever semejante éxito y acogida.  

Tbilisi es sinónimo de elegancia y hospitalidad colectiva en una población que supera el millón trescientos mil habitantes. En virtud de su polifacética entidad es el símbolo orgánico de un país que mira al futuro, con un índice de alfabetización por encima de la media europea como consecuencia de su excelente sistema educativo. Todo apunta a que Tbilisi, y Georgia en general, alcancen un importante desarrollo en el siglo XXI porque ésta es una nación única en todos sus matices que, además de un alfabeto distintivo y la lengua “karvelian”, una de las más antiguas de la Tierra, cuenta con el legado universal de artistas como Niko Pirosmani, pintor autodidacta que retrató la vida cotidiana georgiana de finales del XIX.

Hoy en día Tbilisi crece sin cesar; la ciudad cambia pero su condición plural es inalterable porque durante siglos han vivido en paz y armonía georgianos, armenios, judíos, kurdos, griegos y otras muchas nacionalidades como si de una sola familia se tratara. El rugby es el deporte nacional, aunque también existe un culto especial por las artes marciales y el ajedrez; Tigran Petrosian nació en Tbilisi y fue campeón mundial varios años. Amistosa relajación, expresividad comunicativa y afecto mutuo son las claves básicas para que a los ciudadanos de esta República caucasiana se les atribuya carácter mediterráneo.

Georgia es cuna de admirados creadores y músicos de éxito como Katie Melua, la cantante que más discos vendió en el Reino Unido durante 2004. En la capital georgiana impera el jazz, complemento ideal para captar el embrujo de una ciudad con vitalidad infinita. Tbilisi en definitiva es una pieza básica dentro del gran puzle nacional. Shota Rustaveli, máximo exponente de la literatura medieval, escribió que los requisitos esenciales para amar son belleza, sabiduría, generosidad, inteligencia, riqueza y paciencia con los adversarios poderosos, cualidades todas ellas presentes en Georgia, un país enamorado de sus raíces.

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