Los parques nacionales más famosos del mundo se encuentran cercanos a la frontera entre Kenia y Tanzania, sin embargo, alejadas de la famosa frontera, hay otras reservas mucho menos conocidas donde viven animales de los que la gran mayoría de los viajeros ni siguiera han oído hablar. Se trata de la reserva nacional de Samburu.
La Reserva Nacional Samburu, en el norte de Kenia, se extiende en un área semidesértica que abarca, hacia el norte, desde Monte Kenia hasta Sudán y Etiopía. Es la región samburu, el corazón del reino de los espinos en el este de Africa.
Los 165 km2. de la reserva son el refugio de algunas de las especies mejor adaptadas al calor y la escasez de agua. Este es el caso del orix beisa, un poderoso y tímido antílope que abunda en Samburu, y de las dos estrellas zoológicas de la región: la jirafa reticulada y una cebra distinta que la que normalmente pasta en las sabanas africanas: la cebra de Grevy.
El río Ewaso Ngiro, en idioma maa “aguas marrones”, sirve de frontera entre las reservas de Samburu, Buffalo Springs y Shaba, aportando una fuente de agua constante que favorece la permanencia de las especies animales dentro de las áreas protegidas.
La unión de las tres reservas suma un total de 522 km2. de territorio en el que las especies viven sin más amenaza que la de los furtivos que realizan incursiones desde la frontera etíope. Las reservas están unidas entre sí, de forma que en la práctica es como si sólo fueran una sola salvo para los turistas que deben pagar distintas entradas.
Es una región salvaje y solitaria. El clima es muy seco y la vegetación adaptada al mismo con ramas duras y espinosas ha evitado el asentamiento de la gente a excepción de un pueblo acostumbrado a los rigores climáticos: los samburu.
Se cree que los 73.000 samburus que viven en la región migraron desde el norte del lago Turkana hace varios siglos al igual que sus primos los masai de los que se separaron hace 200 años. Aún conservan similitudes entre ellos en su estructura social, su forma de vestirse y su dieta.
Los samburu o “Loikop”, como ellos se denominan, pastorean cabras y dromedarios. La leche es su principal alimento, complementada con sangre extraída de las venas de su ganado.