El Architeuthis es un calamar gigante que sigue siendo un misterio para la comunidad científica y un monstruo marino para la inmensa mayoría; un monstruo cuya leyenda se remonta siglos atrás.
El calamar gigante real se llama Architeuthis, es un animal con más 20 m de longitud y 1.000 kg de peso.
En la oscuridad perpetua del fondo oceánico medran millares de nuevos seres que el hombre no ha visto jamás. Esta es la morada de un calamar legendario al que los marinos noruegos llamaban Kraken y que, hasta la fecha, nadie ha conseguido ver vivo jamás.
En la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas, un naturalista enamorado del mar llevaba años tras las huellas del legendario monstruo marino. Desde tiempos inmemoriales las costas de Asturias han sido el escenario de la aparición de calamares gigantes. Para la gente local no pasaban de ser una de tantas criaturas que el mar arroja a sus playas y como no había forma de sacarles provecho nadie se preocupó por ellos. Pero Luis Laria comprendió la importancia de lo que allí estaba sucediendo.
En un principio Luis Laria creyó que se trataba de algún varamiento fortuito, pero con el tiempo empezó a comprender que allí, a escasa distancia de las costas de Luarca, había una población estable de calamares gigantes; un patrimonio único que había que dar a conocer al mundo.
Aunque desconocida para la gran mayoría del público, esta es la colección de calamares gigantes más importante del mundo. Actualmente el CEPESMA conserva 19 y cada año suma nuevos ejemplares a su colección. Y los calamares gigantes no son los únicos cefalópodos misteriosos del abismo asturiano que guarda el museo.
Estos calamares desconocidos han traído hasta aquí a los especialistas en cefalópodos más eminentes del mundo, buscando los rastros de un animal que lleva esquivando al hombre desde el origen de nuestra especie. Porque aunque formidable en tamaño, el calamar gigante sigue siendo un misterio para la comunidad científica y un monstruo marino para la inmensa mayoría; un monstruo cuya leyenda se remonta siglos atrás.
Desde el origen de la historia el hombre ha encontrado en el mar un hogar para sus demonios y supersticiones. Aquellos que atravesaban los océanos en frágiles barcos de madera vivían durante meses sumidos en el temor de un mundo líquido que les estaba prohibido y que con frecuencia mataba a tripulaciones enteras.
Es comprensible, pues, que muchas de las criaturas que asomaban a la superficie de aquel tenebroso universo fueran descritas por los primeros cronistas como bestias terribles, híbridas entre la realidad y la imaginación sobreexcitada por el miedo. Entre estas bestias legendarias hubo una cuya leyenda creció con el tiempo: el Kraken. Era éste un monstruo armado de múltiples brazos que atacaba a los navíos y los arrastraba hasta las profundidades; un pulpo gigantesco cuya fuerza y maldad atemorizaron durante siglos a los marineros del norte de Europa.
Pero detrás de éste monstruoso Kraken se escondía una especie de calamar a la que el naturalista danés Japetus Steenstrup bautizó con el nombre de Architeuthis: un calamar real, sí; pero un animal que con sus más 20 m de longitud y sus 1.000 kg de peso nada tenía que envidiar al legendario Kraken. Y, sin embargo, un animal del que aún hoy apenas sabemos nada.