La sepia es un temible depredador nocturno, que puede acabar con adversarios de gran tamaño, gracias a su rotundo ataque.
Al caer la noche, las criaturas marinas despliegan un extraordinario arsenal táctico que les permite comer sin ser comidos.
La sepia, perfectamente camuflada con su entorno gracias a sus cromatóforos que le permiten cambiar de color en milésimas de segundo, rastrea el fondo en busca de una víctima.
La visión de los cefalópodos es extraordinaria y en concreto la sepia, posee la visión polarizada más aguda del reino animal, lo que le ayuda a distinguir con mayor claridad a sus presas aunque, estas estén perfectamente camufladas.
Tras lanzar a la velocidad del rayo, sus dos certeras patas extensibles, la sepia inmoviliza al sorprendido lenguado con sus otros 8 tentáculos, más cortos, robustos y llenos de potentes ventosas para comenzar a devorarlo con el característico y fuerte pico de loro de los cefalópodos.
Debe acabar con la agonía del lenguado de inmediato, le va la vida en ello...
Si la sepia llama demasiado la atención podría convertirse ella misma en el menú de cualquier otro, por lo que su camuflaje es tan imprescindible a la hora de acechar, como a la hora de retirarse.